Afrontando los Ataques de Pánico
Afrontando la Ansiedad: Comprender y Superar los Ataques de Pánico
María Rojas-Marcos
2/8/20254 min read


Cómo Afrontar la Ansiedad: Comprender y Superar un Ataque de Pánico
Un ataque de pánico puede sentirse como una tormenta inesperada, abrumadora y aterradora. Las palpitaciones, la dificultad para respirar y el miedo a perder el control pueden hacernos pensar que estamos en peligro. Sin embargo, aunque incómodos, los ataques de pánico no son peligrosos. Más bien, son una señal del cuerpo y la mente que nos invita a reconectar con nosotros mismos y a cuidar nuestras necesidades emocionales.
¿Qué es un Ataque de Pánico?
Un ataque de pánico es una respuesta intensa del cuerpo a una situación percibida como amenazante, aunque no exista un peligro real. Los síntomas más comunes incluyen:
Palpitaciones aceleradas.
Sensación de ahogo o falta de aire.
Mareos o sensación de desmayo.
Sudoración excesiva.
Miedo a perder el control o morir.
Sensación de irrealidad o desconexión del entorno.
Los ataques de pánico no son un fallo del sistema, sino una manifestación de tensiones acumuladas o emociones no gestionadas que buscan ser escuchadas.
Comprender el Ataque de Pánico como una Señal Interna
En lugar de ver los ataques de pánico como algo a temer o combatir, es útil interpretarlos como mensajes que el cuerpo envía para señalarnos que algo no está en equilibrio. Es una oportunidad para detenernos, escuchar y cuidar aquello que hemos ignorado, como el estrés acumulado, las expectativas autoimpuestas o las emociones reprimidas.
Cómo Afrontar un Ataque de Pánico
1. Reconoce lo que Está Sucediendo
Entender que un ataque de pánico, aunque incómodo, no es peligroso es el primer paso para manejarlo. Recuérdate a ti mismo: "Esto es temporal, no estoy en peligro". Tu cuerpo está reaccionando de forma exagerada, pero se calmará.
2. Escucha a tu Cuerpo
El cuerpo habla cuando la mente está saturada. Durante un ataque de pánico, permítete observar tus sensaciones físicas sin intentar huir de ellas. Si sientes que el corazón late rápido o que la respiración se acelera, respira profundamente y lleva la atención al presente.
Ejercicio práctico: Coloca una mano en tu abdomen y siente cómo sube y baja al respirar profundamente. Este simple gesto te ayuda a conectar con tu cuerpo y reducir la intensidad del ataque.
3. Explora el Mensaje Emocional
Un ataque de pánico no aparece de la nada. Pregúntate: "¿Qué emociones o tensiones estoy ignorando?". A menudo, estos episodios surgen cuando hemos acumulado estrés, evitado emociones difíciles o nos hemos desconectado de nuestras propias necesidades.
Reflexión interna: ¿Qué parte de tu vida requiere más atención? ¿Estás sobrecargado de responsabilidades? ¿Te estás exigiendo demasiado?
4. Acepta el Malestar
La lucha contra el ataque de pánico solo lo intensifica. En lugar de intentar "detenerlo", practica la aceptación: "Es incómodo, pero no me hace daño. Puedo atravesarlo".
Este cambio de perspectiva reduce la resistencia y ayuda a calmar el sistema nervioso.


"No me creo el descontrol, ni lo que la angustia me hace sentir o pensar".
María Rojas-Marcos
5. Ancla tu Atención al Presente
Cuando un ataque de pánico se activa, la mente a menudo viaja al futuro catastrófico ("¿Y si me pasa algo grave?"). Traer la atención al momento presente ayuda a romper este ciclo.
Ejercicio práctico: Nombra 5 cosas que ves, 4 que puedes tocar, 3 que puedes oír, 2 que puedes oler y 1 que puedes saborear. Este ejercicio te conecta con el aquí y ahora.
6. Reconstruye tu Relación Interna
Los ataques de pánico son una invitación a trabajar en la relación que tienes contigo mismo. Construir una base sólida de confianza interna te ayudará a enfrentar el malestar con más seguridad y a prevenir futuros episodios.
Práctica diaria: Dedica tiempo a escucharte. Pregúntate cada día: "¿Qué necesito para estar bien conmigo mismo?". Este pequeño hábito puede transformar tu relación interna y reducir la intensidad de los ataques de pánico.
Después del Ataque: Sanar y Aprender
Superar un ataque de pánico no termina cuando los síntomas desaparecen. Es importante reflexionar sobre lo sucedido para prevenir que se repita.
Reflexiona con Compasión: No te culpes por lo que sucedió. Míralo como una señal de que necesitas cuidarte mejor.
Identifica Patrones: Pregúntate: "¿Qué desencadenó este ataque? ¿Hay algo que pueda hacer diferente para cuidarme más?"
Busca Apoyo si lo Necesitas: Hablar con un profesional puede ayudarte a profundizar en la raíz de tu ansiedad y a desarrollar estrategias personalizadas para manejarla.
La Transformación del Pánico en Conexión
Los ataques de pánico no son enemigos, sino mensajeros. Nos recuerdan que es necesario detenernos, escuchar y cuidarnos de manera más consciente. El objetivo no es solo manejar los síntomas, sino usar estas experiencias como una oportunidad para reconectar contigo mismo y transformar tu relación con el malestar.
Conclusión: El Pánico Como Oportunidad
Superar los ataques de pánico no se trata de evitarlos, sino de entenderlos, aceptarlos y aprender de ellos. Cada episodio es una puerta que te invita a conocerte mejor, a trabajar en tu relación interna y a construir una vida más equilibrada.
Recuerda: no tienes que hacerlo solo. Buscar ayuda profesional puede ser un paso importante para transformar tu experiencia de los ataques de pánico y vivir con mayor confianza y tranquilidad. ¡Estás más preparado de lo que crees para enfrentar lo que venga!